Arrebátame mis horas, ¡Es más! ¡Te las regalo!...Sé dueño de mis planes...Impídeme realizar lo que planeo...Átame al hambre y a la soledad de mi cama...Evapora los momentos de sueño...Arrástrame en la incomprensión de sentirte...Borra de mi memoria las razones para sonreír.
Haz lo que tienes encomendado. Que ¡yo!, haré lo que me toca. Un día, cuando menos lo imagines, veré tu cara y sabré quien eres. Y por qué es mi cuerpo con el que te ensañas... Descubriré la verdad de tus espinas. Veré que en realidad son pétalos y brisa...
Nos sentaremos en la arena a charlar...Recordaremos el día de hoy
Desde hoy, te digo que lo lamento. Me avergüenza la inmadurez con la que te enfrento. No es fácil esto de aprender a ser montaña y, al mismo tiempo, aprender a dejar pasar el viento. Llegará el día en que ambos entendamos...La vida, ni me la das, ni me la quitas.
Nunca había pensado que el dolor no es dolor sino consejos. la pregunta es ¿cual el el consejo que quiere dar?
ResponderBorrarEl que doy despues de 20 años de tenerlo como compañero , es , amarlo y disfrutarlo .
ResponderBorrarY nunca dejarse vencer .
¿Amar y disfrutar el dolor? Así, con ese nombre tan pesado y relacionado a lo negativo, me parece difícil.
ResponderBorrarAunque creo comprender, y de eso se trata este escrito. Descubrir la cara que me importa del dolor y a esa si, amarla y cuidarla