lunes, 19 de octubre de 2009

Día Mundial del Dolor

Hoy ha sido el Día Mundial del Dolor, los profesionales de la salud y los investigadores han estado en chinga para darnos respuestas a los pacientes. Ya que revise las conclusiones de los congresos y simposios les comparto aquí lo más interesante. Hasta siga habiendo gente que viva con dolor, seguirá habiendo días mundiales del dolor, para que doctores y público en general, conozcan que el dolor no es siempre un síntoma, a veces, es la enfermedad.

domingo, 18 de octubre de 2009

Exhibición del Dolor

Gracias al blog de Vivir con Sensibilidad de Isabel Ariño descubrí un la "PAIN Exhibit" (Exhibición del Dolor".

El creador y director de la PAIN Exhibit es Mark R. Collen, el cual inició el proyecto en el año 2001 después de años de recibir tratamientos que no sanaban su dolor crónico. Creando piezas artísticas sobre su dolor descubrió que el arte es mucho más efectivo para comunicar su experiencia del dolor que las palabras.

El deseo de Mark de ayudar a terminar el tratamiento inadecuado del dolor crónico junto con su entendimiento del poder del arte para educar, fueron los factores fundamentales en la creación de la PAIN Exhibit

Es una exposición de arte educativa y visual de artistas con dolor crónico que, con su arte, expresan alguna faceta de la experiencia de dolor. Según se relata en la página de la exposición virtual, la misión de la PAIN Exhibit es - a través del arte - educar a los profesionales de la salud y al público sobre el dolor crónico; y dar voz a la gran cantidad de personas que sufren en silencio.

Recorriendo las galerías de la página oficial, me encuentro con una filosofía interesante, donde marca al dolor crónico como un parte aguas, para sufrimiento y pérdidas, pero también para un crecimiento espiritual o una especie de conversión de la persona que sufre dolor crónico. ¿Qué puedo decir yo al respecto?

En lo de las pérdidas, no hay duda, he perdido harta cosa. Pero del lado noble del dolor, no sé, sigo tropezando con las mismas piedras, no soy mejor ser humano gracias al dolor crónico, sería ególatra decirlo, sin embargo, bien o mal planteada esa filosofía, tiene algo de cierto. Al vivir con dolor crónico se aprende a descansar en los brazos de Fe porque nada más parece dar respuesta. Obvio que hay momentos de desesperación, de angustia, pero el estilo de vida se vuelve así, ligero, dispuesto a sufrir imprevistos y dirigidos a ningún lado, pero con Fe, de que lo que vendrá será lo mejor. Al menos eso me pasa a mí.


Si un día me atrevo a pintar algo más que líneas, contactaré a la PAIN Exhibit.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Cuando cuidar enfermos, enferma

Ser cuidador/compañero de alguien con dolor (o algún padecimiento crónico) no es nada fácil. Es fácil de entrar en un desgaste, de caer en depresión, de sentir que el otro roba energía y tiempo de la vida propia.

Es algo que sucede. Y necesita atención. El que tiene el síndrome necesita reconocer lo que sucede y debe hacer algo al respecto. En línea, telefónicamente, en libros o en terapia se puede encontrar ayuda.

Si el cuidador cae en éste síndrome no lo hace malo. Se vale cansarse de cuidar, se vale hartarse de que los planes cambien conforme al dolor del otro, se vale sentirse desgastado, entonces, se vale decirlo y hacer algo al respecto. Cuando no se hace nada, el cuidador va sacando el estrés generado con poco control, explotando y callendo, incluso, en maltrato psicológico, verbal o físico del cuidado. Eso es lo que ya no se vale.

Un buen ser humano, que sólo está desgastado de pronto se convierte en un ser ausente, con síntomas físicos, psicológicos, sociales y hasta laborales. El exceso de dedicación puede generar dos pacientes. El cuidador necesita hablar, distribuir responsabilidades, cuidar el equilibrio en su vida. Sería lo ideal, pero a veces no hay las condiciones para hacerlo.

El síndrome del cuidador también


jueves, 21 de mayo de 2009

Encuentran analgésico más potente que la morfina

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) partieron de un metabolito natural de la propia morfina, el M6G, con propiedades analgésicas, y reemplazaron su parte glucorónida por un azúcar simple, la manosa, dando lugar a un nuevo compuesto (morfina-6-alfa-D-manósido). Al ser administrado en ratas por vía intraperitoneal, demostró ser cien veces más potente que la morfina y tener efectos dos veces más duraderos. Además, no produce tolerancia tras administración prolongada ni cambios significativos en el metabolismo, ni cambios en la presión sanguínea ni en el ritmo cardíaco de las ratas estudiadas, lo que implica efectos secundarios más leves que la misma morfina.

El anterior hallazgo fue publicado en la revista Journal of Medical Chemistry, abre la puerta al diseño de nuevos y mejores analgésicos para el tratamiento del dolor crónico y severo.

“A pesar de los recientes avances en química medica y biología molecular, aún falta una solución efectiva para el dolor crónico y severo. El fármaco más usado, la morfina, tiene importantes efectos secundarios: depresión respiratoria, tolerancia, dependencia y estreñimiento”, explica Gemma Arsequell, investigadora del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (CSIC en Barcelona).

El investigador del CSIC, Gregorio Valencia, es otro de los autores de la investigación. Reconoció que “a pesar de que en los últimos 40 años se han escubierto nuevos compuestos con capacidad analgésica, no ha habido avances significativos en el repertorio de fármacos disponibles para el tratamiento del dolor crónico”. “Esta es la primera vez que se halla un derivado azucarado de la morfina que tiene más capacidad analgésica que el fármaco original”, destacó.

La morfina actúa sobre el sistema nervioso central, pero sólo una pequeña cantidad de la dosis es capaz de cruzar la barrera sangre-cerebro y alcanzar los receptores opioides. Tras ser administrada, la morfina es metabolizada por las enzimas del hígado y hasta un 90% de la dosis se convierte en los metabolitos M3G y M6G, más fáciles de excretar por los riñones. “Durante mucho tiempo se pensó que estos metabolitos cumplían tan sólo una función desintoxicante y no tenían ninguna actividad biológica, sin embargo, se ha encontrado que M6G sí que tiene propiedades farmacológicas similares a las de la morfina”, explicó Valencia.

martes, 5 de mayo de 2009

Adiós a mi silencio de dos meses

Desde hace casi dos meses he venido posponiendo este post. Primero lo hice por dolor físico y luego por el dolor emocional que significaba reproducir lo que había vivido días atrás. Como siempre, me detenía también el querer huir del dolor que sé que significan mis palabras a mis cariños. Habiendo encontrado el equilibrio, me dispongo a contar aquí finalmente lo sucedido.

Tenía pocos días de haber escrito mi anterior post sobre la Jornada Mundial del Enfermo. Un viernes por la noche, me di cuenta que por un mal calculo, ya no tenía lyrica. Me faltaba la dosis de ese momento, la de la mañana y noche del sábado y lo mismo del domingo, hasta que el lunes pudiera ir al médico por la prescripción necesaria para ir a la farmacia.

Me dí de zapes ante mi descuido pero lo tomé con calma, dos días y medio sin ella no iba a ser el fin. El sábado a medio día empecé a sentir los estragos que fueron empeorando con las horas. La noche del sábado y el domingo los pasé en cama, no por no poder levantarme, sino por tener un intenso malestar. Dolor en mi brazo y pierna derecha, mucha angustia y algo parecido a la desesperación.

Con lo físico vino lo peor. Una respuesta a una pregunta que no me había planteado hacía más de un año: ¿podría vivir libre de medicinas?. En mi cama me respondí. Un no muy doloroso me llegó a lo más profundo de mi alma. No era alguien libre. No lo había sido desde hace años y ahora lo recordaba.

De mi estaban lejos decenas de cosas que no se pueden hacer bajo este tratamiento. La falta de medicinas me ponía mal, pero más que los efectos por su ausencia brusca, estaba la razón por la que los tomo. Mi dolor me hace depender de ellas. No hay vida fuera del dolor y por tanto no hay vida fuera de medicinas. Mi dolor se hizo integral. Simplemente me pareció insoportable vivir.

A primera hora el lunes fuimos al doctor y después a la farmacia. Creo que me tomó dos días volver a mi normalidad tan particular. En lo físico, la cicatriz del otro dolor tardó más días en empezar a curarse. Por Diocidencias (concidencias que son obra de Dios, osea todas) en un blog que leo y ahora me lee, Armida Leticia, escribió un post titulado "Un blog...con dolor...."

Pedía a sus lectores visitarme y darme palabras de aliento. Llegaron muchos y más que palabras me dieron palmadas que ayudaron a levantarme. Todo lo que me dijeron está en los comentarios del post de la Jornada del Enfermo, pero pongo aquí algunos para que vean que era totalmente irresponsable de mi parte seguir hundida en la tristeza:

Isabel Romana dijo...

Mucho ánimo pucca, para resistir y enfrentar el dolor. Se me antoja que ha de ser muy duro, pero también intuyo que tienes mucha fortaleza. Un abrazo.

Colo dijo...

Hola Pucca, vengo a estar contigo, a acompañarte...
Quiero que sientas mi apoyo y la energía que te envío...
Un abrazo inmenso!

Un cura dijo...

Ánimo. Quiero darte las gracias por tu blog y por tu valentía... si el apoyo de los demás puede aliviarte en algo, aquí tienes un nuevo puntal. Rezaré por ti.
Gracias de veras por la valentía de hablarnos tan claramente. Seguiré pasando por aquí.

Alicia María Abatilli dijo...

Pucca, sé que el dolor compartido es más soportable que el dolor solitario, lo sé por experiencia, venga éste del alma o del cuerpo.
Leí por ahí, que los seres humanos somos como ángeles con una sola ala, sólo podemos volar cuando nos abrazamos.
Te acerca mi ala para comenzar a volar.
Un abrazo.
Alicia

Este último me hizo llorar como niña y así saqué mucho el dolor y lo subjetivo de mi sentir en ese momento. Pero no quiero dejar a nadie fuera así que lean todos comentarios aquí. Cada visita, cada nuevo blogger que dejaba una palabra, cada caricia de mi esposo, cada letra de mis hermanas y mi madre me devolvió la Fe.
Vuelvo a no preguntarme y creo que no hay necesidad de hacerlo. Mejor veo y disfruto las tantas cosas que si puedo hacer. Teniendo ahora las alas necesarias vuelo y dejo atrás este asunto y mi silencio en este blog.

Gracias.

miércoles, 11 de febrero de 2009

XVI Jornada Mundial del Enfermo

La Iglesia Católica celebra desde 1992, cada 11 de febrero, la Jornada Mundial del Enfermo. Un día en el que pretende llamar la atención de la comunidad católica y civil respecto a la necesidades de los enfermos. Que se les haga compañía, se les ofrezca ayuda espiritual, se promuevan las misiones para ayudarles, etc.

Un día para orar por ellos y por los que los cuidan con amor.

En la eucaristía de hoy nos dicen que el sufrimiento que tengamos, nuestra cruz, del tamaño que ésta sea, la ofrezcamos y la veamos como la presencia y cariño de Dios en nosotros.

Yo sé, esto implica tener Fe, por fortuna yo la tengo.

viernes, 23 de enero de 2009

Tratar el dolor crónico con analgésicos endógenoss

Investigadores de la UNAM proponen la oxitocina como una alternativa para pacientes con dolencia neuropática, o producida por algún tipo de cáncer terminal

La terapia sería aplicable en casos de malestar intratable, crónico y rebelde a medicamentos, y podría mejorar la calidad de vida del afectado

Aliviar dolores neuropáticos sería un gran logro para mejorar la calidad de vida de los pacientes; por ello, integrantes del Instituto de Neurobiología (INB) de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro, estudian la posibilidad de activar los mecanismos endógenos del organismo, que producen analgesia.

Miguel Condés-Lara, investigador del INB, que cuando se recibe un estímulo punzante, se activa una región cerebral que alerta al organismo, al mismo tiempo se accionan mecanismos endógenos que modulan la sensación desagradable y tratan de suprimirla.

Se produce analgesia como un dispositivo homeostático para normalizar una alteración funcional, y el hipotálamo es una de las estructuras más ligadas a esa autorregulación.

Funcionamiento del dolor

Cuando se registra dolor, en el cerebro humano ocurre el mismo proceso que cuando se mira, se escucha o se piensa.

Desde que se aplica el estímulo en la piel o la retina, se dan cambios bioeléctricos que se propagan a lo largo de las fibras nerviosas y en las comunicaciones neuronales (sinapsis); los fenómenos que ocurren son similares, pero la diferencia de las vías y las estructuras nerviosas que participan hacen que finalmente se distinga y perciba el dolor.

Las vías sensoriales conducen los estímulos hasta el cerebro; la información llega al tálamo, una estructura con diferentes núcleos, donde se distribuyen las señales bioeléctricas para conducirse después a la corteza somatosensorial.

Probablemente, prosiguió, es entre esa corteza y el tálamo donde ocurre el fenómeno de la conciencia; en ésta última estructura se reconocen sitios donde se indica en qué parte del cuerpo se origina el estímulo, qué tipo de sensación es y, donde se integra la percepción del dolor. En la unificación, el reconocimiento y la integración del mensaje sensorial, también participan estructuras del sistema límbico y de otras áreas corticales.

La oxitocina, un analgésico natural

Cuando se tiene un estímulo negativo que alerta al organismo también se activan mecanismos endógenos que modulan la sensación desagradable.

Así, el núcleo paraventricular del hipotálamo produce la hormona oxitocina, de efecto analgésico, que puede ser secretada en dos vías: una hacia la hipófisis y el sistema porta hipofisiario que se libera en sangre durante las contracciones uterinas del parto y la secreción láctea.

Otra, del hipotálamo a la médula espinal. "Ante una sensación desagradable, se activan las células del núcleo paraventricular, lo que inhibe la información que llega a la médula espinal y produce un efecto anestésico", indicó el académico.

De ahí que el grupo del doctor Condés haya establecido la posibilidad de suministrar la hormona o la activación de las estructuras hipotalámicas encargadas de secretarla para incrementar su cantidad y efecto.

Aún faltan retos por enfrentar, como lograr que esa sustancia atraviese la barrera hematoencefálica que protege al sistema nervioso central. Sin embargo, los universitarios no cejan en su esfuerzo para encontrar nuevas herramientas que les permitan un mayor alivio a los pacientes que sufren dolores crónicos.

Fuente: LaSalud.com.mx

miércoles, 14 de enero de 2009

Los analgésicos opiáceos son menos efectivos en las mujeres

Los analgésicos opiáceos, como la morfina, son menos efectivos para controlar el dolor crónico en las mujeres debido a que cuentan con menores receptores en su cerebro para estos medicamentos, según un estudio publicado hoy por la revista "The Journal of Neuroscience".

Investigadores del Instituto de Neurociencia y del Centro de la Neurociencia del Comportamiento de la Universidad de Georgia (sureste de Estados Unidos) han identificado la razón más probable por la que los tratamientos con analgésicos son menos eficaces en las mujeres que en los hombres.

Los narcóticos con base opiácea, como la morfina o la codeína, son los agentes terapéuticos más habituales para aliviar los dolores crónicos, pero "cada vez es más evidente que la morfina es significativamente menos eficaz en las mujeres", explica Anne Murphy, profesora de Neurociencia de la Universidad de Georgia, que dirigió la investigación.

Según esa investigación realizada sobre ratas, la menor efectividad de la morfina para bloquear el dolor en las hembras se debe a diferencias sexuales en la sustancia gris periacueductal (PAG) del cerebro.

Esta sustancia, ubicada en la región media del cerebro, tiene un papel importante en la modulación del dolor ya que cuenta con un amplio número de receptores mu-opioides, que son el destino de los analgésicos como la morfina. La morfina y otras drogas similares se ligan a estos receptores y le dicen al cerebro que deje de responder a las señales de dolor, lo que finalmente supone una reducción de la sensación del dolor.

Usando una serie de pruebas de comportamiento y anatómicas, Murphy pudo determinar que las ratas macho tienen un mayor nivel de receptores mu-opioides en la PAG del cerebro, comparado con las hembras. El mayor nivel de receptores es lo que hace que la morfina sea más potente en los machos porque necesitan menos cantidad de drogas para activar esos receptores, que son en última instancia los responsables de reducir el dolor.

Otras pruebas adicionales también demostraron que las mujeres reaccionan de forma diferente a la morfina en función de la fase de su ciclo estrogénico. Este descubrimiento indica por tanto que las hormonas esteroides podrían afectar a los niveles de los receptores mu-opioides en la sustancia gris periacueductal del cerebro.

En cualquier caso, a pesar de la creciente evidencia sobre las limitaciones de los opiáceos en el tratamiento del dolor crónico, las drogas derivadas de opiáceos siguen siendo el principal instrumento farmacológico para el control del dolor. Esto demuestra claramente la necesidad de realizar investigaciones adicionales que se centren en determinar un tratamiento más potente contra el dolor crónico en las mujeres, agregó Murphy.

Boletín de la Sociedad Española del Dolor

Año 6 N. 1


viernes, 2 de enero de 2009

El Dolor y la Depresión

Vivir con dolor crónico ya es suficiente carga, sin embargo, suele venir en paquete con alguna otra enfermedad. Las personas con dolor que dura más de 6 meses (dolor crónico) suelen presentar depresión.

La depresión puede aumentar el dolor y puede hacer más difícil hacerle frente a éste. La buena noticia es que el duo dolor-depresión, no es indestructible. Hay tratamientos que alivian la depresión y hacen más tolerable el dolor.

A menudo, la depresión no se diagnostica, como tal, en pacientes con dolor crónico. Sin embargo es facilmente explicable que se presente a la par de éste padecimiento. El dolor crónico enciende el estado de estrés en el organismo. Un estrés que se prolonga mientras el dolor persista.

Se realizó una investigación comparando pacientes con dolor crónico y depresión con pacientes que solo sufren dolor crónico. Los resultados reflejan que los pacientes que padecen ambas enfermedades:

· Informaron un dolor más intenso

· Sienten menos control de sus vidas

· Usan estrategias de afrontamiento más insalubres

Por ello, se requiere un tratamiento conjunto para ambos padecimientos y desde distintos enfoques.

En cuestión de antidepresivos, los tricíclicos son eficaces pero efectos secundarios que los hacen poco tolerables en muchos pacientes. Antidepresivos más nuevos, como los inhibidores de recaptación de la serotonina y noradrenalida, funcionan también bien, con menos efectos secundarios.

El ejercicio es vital para personas con dolor crónico y benéfico para la depresión. Hacer un poco de ejercicio libera el mismo tipo de sustancias químicas cerebrales que los antidepresivos.

Ante el dolor crónico cambia la capacidad para trabajar, jugar, relacionarse, divertirse, etc. Todo implica adaptación. El objetivo a nivel personal es que la identidad del paciente no signifique ser una víctima, sino una persona con dolor.

La terapia cognitiva conductual ayuda a identificar los “pensamientos automáticos” que rodean a la persona, en este caso, a una persona con dolor. Estos pensamientos, a menudo, son distorisiones de la realidad. Con la terapia cognitiva una persona aprende como cambiar estos pratones de pensamiento y mejorar así, la experiencia del dolor. Igualmente, este tipo de terapia es un tratamiento efectivo para la depresión.

Vía: WebMD

Relájate un rato