lunes, 26 de mayo de 2008

La semana de la columna: Spineweek 2008

Hoy empieza en Suiza, la Spineweek 2008. Se reunen estudiosos y tratantes de asuntos de la columna vertebral. Yo voy a estar pendientísima a ver si se dice algo chído.

Algunas sociedades que participan en la semana son:
  • International Society for the Study of the Lumbar Spine (ISSLS)
  • Spine Society of Europe (SSE)
  • European section of the Cervical Spine Research Society (E-CSRS),
  • Brazilian Spine Society (BSS)
  • Sociedad Iberolatinoamericana de Columna Vertebral (SILACo)
  • And Delegation from Asia-Pacific Orthopaedic Association – Spinal Section (APOA)
  • North American Spine Society (NASS).
Veamos que pasa...

viernes, 16 de mayo de 2008

La aceptación es el único camino


El dolor tiene un componente psicológico, de eso no hay duda. Esa carga emocional, puede incluso potenciar el dolor. Los sentimientos que genere nuestro dolor, nos puede llevar a un círculo vicioso, no solo en el que experimentamos más dolor, sino que sufrimos más.

Para romper esos círculos, debemos enfrentar que estamos en una situación que no se puede cambiar, lo que nos lleva a que el único camino es la aceptación. Aceptar el dolor es una experiencia muy dura, porque implica reconocer que no puedo control el dolor, que éste me llena de limitaciones, pero que la vida tiene algo para mi, mucho más allá que el dolor.

Es un poco, encontrar el sentido a la vida a pesar del dolor. Por eso, cuando alguien me dice un poco desesperado “es que pareces aceptar la situación”, no lo tomo a mal y reitero que es lo mejor que puedo hacer. Las razones son:

  • Aceptación no es no hacer nada. Es evitar el circulo vicioso que me provocan mis emociones y potenciar el tratamiento médico que tomo.
  • Aceptar es abrirme a experimentar lo que pase, lo que venga y lo que no conozco.
  • Aceptar es tomar conciencia de las limitaciones que conlleva el dolor crónico.
  • Aceptar no es querer que el dolor permanezca. Es impedir que la carga emocional negativa del dolor tome las riendas de mi día.
  • La aceptación abre el camino al compromiso. Si entiendo el sentido de mi vida, buscaré y probaré haciendo cosas de acuerdo a mis capacidades, las cuales, por cierto fueron limitadas por un dolor crónico.
  • Aceptar no es quedarse con el sufrimiento que se tiene, la aceptación disminuye el sufrimiento e incluso inicia proceso psicofisiológico de la habituación, por el que el dolor se hace más tolerable porque nos habituamos a él. Es dejar el dialogo interno de recriminaciones y “hubieras”. Al habituarnos a las sensaciones, disminuye la ansiedad, el miedo y la depresión.

Algunos médicos me lo dijeron en el pasado “me debía acostumbrar al dolor”. Me reí y lloré por el consejo, pero con los años he entendido de qué se trata. Si duermes y despiertas con alguien, no puedes estarle haciendo la guerra a toda hora, mejor, llevas la fiesta en paz. ¿O no?

domingo, 11 de mayo de 2008

Se habla de dolor en México

Hasta hace relativamente poco tiempo, los médicos tendían a ver el dolor como algo secundario frente a la enfermedad. Pero en los últimos años esta manifestación del cuerpo ha ganado importancia, a medida que los galenos fueron advirtiendo que muchos pacientes no mejoraban y tenían una mala calidad de vida a causa del dolor.

Hoy los médicos distinguen entre diversos tipos de dolor, desde el dolor agudo, localizado, causado por un traumatismo, al que llaman dolor nociceptivo o inflamatorio, hasta el dolor crónico y difuso como el que produce la condición llamada fibromialgia, pasando por las diversas manifestaciones de dolor neuropático.

Alrededor de 250 expertos en el tema se reunieron recientemente en Cancún, en el Segundo Foro Latinoamericano de Dolor, para compartir avances en la comprensión de algo que tarde o temprano afecta a todos.

“Aunque el dolor existe desde que la humanidad existe, en las últimas dos décadas hemos avanzado más que en ningún otro momento en la historia en su comprensión”, dijo Argelia Lara Solares, de la Unidad de Dolor y Medicina Paliativa del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

“Antes lo importante era la enfermedad; el dolor lo dejábamos en segundo o tercer lugar. No lo habíamos evaluado nunca con seriedad hasta que nos empezamos a dar cuenta de que teníamos enormes fracasos terapéuticos, que había ciertos grupos de pacientes que no mejoraban en absoluto”, dijo la especialista en dolor.

Eva Kosek, del Centro de la Espina Dorsal de Estocolmo, Suecia, dijo que la noción tradicional ve al dolor como una señal de alerta que se genera como resultado de daño en un tejido.

“Si uno se rompe la rodilla, hay dolor en ella porque llegan señales de dolor desde la rodilla hasta el sistema nervioso. Esta es la idea normal del dolor, cierta para el dolor agudo; pero se ha mostrado que en el dolor crónico y en el neuropático, el problema es que el sistema nervioso central cambia el modo en que se procesan las señales de dolor”, dijo Kosek.

Lara Solares comentó que el dolor agudo tiene una función de alerta; obedece a un mecanismo defensivo. Pero el dolor crónico no sirve a una función: “Puedo estar semanas, meses, años, con un dolor —ya sea artrítico, neuropático, oncológico por un cáncer— y ya a mí no me sirve para nada: yo ya sé que estoy enfermo. El dolor pierde su función de aviso, y entonces se convierte en un drama para el paciente que lo sufre”.

Anthony Dickerson, profesor de neurofarmacología en el University College, Londres, dividió a los dolores en tres tipos generales: el agudo, el convencional, es el llamado nociceptivo. “Pero creo que una mejor palabra sería dolor inflamatorio. Es aquel en el que se hace un daño al cuerpo: la piel, el hueso, una articulación, pero también la osteoartritis”.

Cuando el daño ocurre en los nervios del cuerpo se tiene dolor neuropático, con problemas adicionales porque este dolor causa adormecimiento, pérdida de sensación pero también sensaciones dolorosas anormales.

“Luego tenemos un dolor menos comprendido, que es la fibromialgia, en la que hay un dolor generalizado en todo el cuerpo”, dijo.

Manuel Martínez Lavín, director del Departamento de Reumatología en el Instituto Nacional de Cardiología, explicó que la fibromialgia “es un síndrome doloroso generalizado. Afecta sobre todo a mujeres y a estas mujeres les duele todo el cuerpo; les duele mucho y de manera constante, y este dolor se acompaña de un cansancio profundo que no mejora con el reposo. Tienen un sueño que no es reparador, calambres, adormecimiento de brazos y piernas, y puede haber todavía otros síntomas”.

En los pacientes afectados por fibromialgia, hay una sensibilidad exagerada al tacto. El doctor Martínez Lavín dijo que los pacientes estiman dolorosos estímulos que normalmente no deben producir dolor, al punto que pueden sufrir con un abrazo o un apretón en el brazo. El doctor Dickerson dijo que en algunos casos los pacientes sienten dolorosa la brisa.

Por fortuna, coincidieron los médicos, parte del progreso reciente estriba en que con la mejor comprensión de los procesos detrás de los distintos tipos de dolor han llegado tratamientos apropiados para administrarlo.

Martínez Lavín recalcó la importancia de que los tratamientos sean holistas o totales, incluyendo a la familia. Lara Solares dijo que dado el conocimiento actual, lo fundamental es dar a los pacientes buen desempeño funcional y mejor calidad de vida.

Tipología

Dolor nociceptivo o inflamatorio es el causado por una agresión física a un tejido. Es un sentimiento agudo que tiende a desaparecer cuando el tejido se recupera.

Dolor neuropático es el causado por una lesión o una disfunción en el sistema nervioso, sea central o periférico. Se cree que afecta a dos por ciento de las personas.

La fibromialgia es una enfermedad reumática en la que hay dolor crónico generalizado, sensibilidad exagerada, fatiga y trastornos de sueño. Se trata con pregabalina (Lyrica, de Pfizer).

Nota de Milenio-Tendencias Monterrey/Horacio Salazar

viernes, 9 de mayo de 2008

Compré mi propia lámpara de luz infrarroja

Ya dije todo en el título, así que sin más preámbulos, la presento. Ella es mi nueva lámpara. La luz infrarroja tiene un efecto térmico que favorece el sistema inmunológico y ayuda en padecimientos musculares, claro, como el dolor crónico. Ya la usé y fue una delicia, espero que mi nuevo apararito nos traiga muchos días de los que nos gustan.





¡Ah! En
El Blog Sano hablo largo y tendido de este tipo de terapia.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Implante bajo la piel para aliviar el dolor

La Unidad del Dolor de la Clínica Santa Cruz de Tenerife, codirigida por los doctores Javier Arranz Durán y Rafael Calvo Falcón, en colaboración con el doctor David Abejón, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, realizó con éxito los dos primeros implantes en Canarias de neuroestimuladores medulares recargables ANS (Advanced Neuromodulation Systems) para el tratamiento del dolor crónico, recientemente aprobados para su utilización en Europa.

Según uno de los pacientes con esta tecnología implantada, "es mucho menos incómodo tener colocado un neuroestimulador debajo de la piel, que nos alivia el dolor y puedo manejar con un simple mando a distancia según mis necesidades, que tener que tomar un montón de pastillas para aliviar el dolor, con todos los efectos secundarios que me provocan".

Este tipo de dispositivos supone un gran avance en el tratamiento intervencionista del dolor, ya que la pila interna puede ser recargada mediante una antena externa por el propio paciente en su domicilio, alargando el funcionamiento de la misma de 5 a 20 años.

Los neuroestimuladores utilizados hasta ahora tenían una autonomía de entre 1 y 5 años, precisando ser reemplazados mediante intervención quirúrgica, con el consiguiente inconveniente de tener que someterse el paciente a una intervención quirúrgica cada vez que la pila del generador se agotaba.

La neuroestimulación consiste en la implantación de uno o varios electrodos en la columna vertebral que, conectados a un generador subcutáneo de impulsos (similar a un marcapasos), emite unas descargas eléctricas de alta frecuencia que bloquean las sensaciones dolorosas que llegan al cerebro.

Tomado de El Día

viernes, 2 de mayo de 2008

Poca marihuana: menos dolor sin consecuencias para la mente


La administración de dosis cuidadosamente calibradas de marihuana para fumar alivia el dolor neuropático difícil de tratar sin afectar la mente de los pacientes, informaron investigadores en Estados Unidos.

El dolor neuropático aparece por una lesión en la médula espinal, daño nervioso por diabetes, esclerosis múltiple u otros tipos de lesión nerviosa.

Suele tratarse con una gran variedad de fármacos, como antidepresivos, anticonvulsivos, opioides y antiinflamatorios, explicó a Reuters Health el autor principal del estudio, el doctor Barth Wilsey, de la University of California y el Centro Médico Davis.

Wilsey empezó a estudiar la efectividad de la marihuana contra el dolor neuropático después de que muchos de sus pacientes le comentaran que estaban fumándola para mejorar la terapia.

Para analizar los efectos analgésicos del cigarrillo de marihuana, el equipo dirigido por Wilsey le indicó a 38 personas con dolor neuropático que fumaran una dosis alta de marihuana con un 7 por ciento de delta-9-tetrahidrocanabinol (9-THC), una dosis más baja con 3,5 por ciento de 9-THC o un cigarrillo placebo sin 9-THC.

Cada participante probó cada una de las tres dosis con un sistema estándar de control del tiempo y el volumen de inhalación desarrollado en el Centro para la Investigación Clínica de Cannabis, de la universidad.

Todos los participantes se habían abstenido de fumar marihuana por lo menos los 30 días previos al inicio del estudio. Cada sesión de consumo estuvo separada por lo menos tres días para que los participantes eliminaran la droga del organismo.

Los cigarrillos con alta y baja dosis de marihuana tuvieron niveles idénticos de alivio del dolor y de reducción de la intensidad y la incomodidad del dolor. Pero los participantes fueron más propensos a sentirse "drogado", "intoxicado" o "alterado" tras fumar la dosis alta.

Ellos también sufrieron alteraciones de la atención, el aprendizaje, la memoria, la coordinación motriz fina y la velocidad. Los cigarrillos de dosis baja afectaron más levemente el aprendizaje y la memoria.

"La dosis baja no alteró el pensamiento de los pacientes. Existiría una ventana terapéutica en la que podríamos recomendar el uso de cigarrillos de cannabis contra el dolor de origen nervioso", dijo Wilsey.

Con todo, el equipo señaló que la indicación clínica de marihuana para tratar el dolor neuropático debe hacerse con "precaución, en especial cuando el aprendizaje y la memoria son indispensables para el trabajo y el estilo de vida del paciente".

El consumo de esta droga en pacientes jóvenes debe analizarse con mucho cuidado, indicó el equipo, dado que fumar marihuana aumenta el riesgo de psicosis en algunas personas.

El equipo realizará estudios sobre el uso de cigarrillos de marihuana con 1,75 por ciento de 9-THC para determinar si una dosis tan baja produciría el mismo alivio, pero con menos efectos secundarios.

Los autores probarán también una versión vaporizada de cannabis orientada a evitar los efectos adversos de fumar. Ojalá que con esta nueva gama de medicamentos, sea autorizada la marihuana para efectos terapeuticos.


FUENTE: Anne Harding en Reuters Health
The Journal of Pain, 17 de abril del 2008


jueves, 1 de mayo de 2008

Para cuando punza la cabeza

La revista Headache publicó que el tratamiento con toxina botulínica A (BoNTA) o divalproex (DVPX) reduce significativamente la discapacidad relacionada con la migraña episódica o crónica.

El Dr. Blumenfeld y sus colaboradores del Neurology Center en California han comparado la eficacia y la seguridad de BoNTA y DVPX en 59 pacientes con migraña episódica y crónica.

Ambos fármacos reducen el número de días al mes con cefaleas en pacientes con migrañas episódicas, aunque únicamente DVPX las reduce significativamente en el caso de las migrañas crónicas.

El porcentaje de pacientes con migraña episódica o crónica que experimentan al menos un 50% de reducción no difiere entre ambos tratamientos. Tampoco se encuentran diferencias significativas en relación a la severidad de las cefaleas entre los grupos de pacientes y la puntuación de Headache Index se reduce significativamente en los dos.


FUENTE:
Blumenfeld AM, Schim JD y Chippendale TJ

Headache 2008; 48: 210-220


Relájate un rato