Investigadores de la UNAM proponen la oxitocina como una alternativa para pacientes con dolencia neuropática, o producida por algún tipo de cáncer terminal
La terapia sería aplicable en casos de malestar intratable, crónico y rebelde a medicamentos, y podría mejorar la calidad de vida del afectado
Aliviar dolores neuropáticos sería un gran logro para mejorar la calidad de vida de los pacientes; por ello, integrantes del Instituto de Neurobiología (INB) de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro, estudian la posibilidad de activar los mecanismos endógenos del organismo, que producen analgesia.
Miguel Condés-Lara, investigador del INB, que cuando se recibe un estímulo punzante, se activa una región cerebral que alerta al organismo, al mismo tiempo se accionan mecanismos endógenos que modulan la sensación desagradable y tratan de suprimirla.
Se produce analgesia como un dispositivo homeostático para normalizar una alteración funcional, y el hipotálamo es una de las estructuras más ligadas a esa autorregulación.
Funcionamiento del dolor
Cuando se registra dolor, en el cerebro humano ocurre el mismo proceso que cuando se mira, se escucha o se piensa.
Desde que se aplica el estímulo en la piel o la retina, se dan cambios bioeléctricos que se propagan a lo largo de las fibras nerviosas y en las comunicaciones neuronales (sinapsis); los fenómenos que ocurren son similares, pero la diferencia de las vías y las estructuras nerviosas que participan hacen que finalmente se distinga y perciba el dolor.
Las vías sensoriales conducen los estímulos hasta el cerebro; la información llega al tálamo, una estructura con diferentes núcleos, donde se distribuyen las señales bioeléctricas para conducirse después a la corteza somatosensorial.
Probablemente, prosiguió, es entre esa corteza y el tálamo donde ocurre el fenómeno de la conciencia; en ésta última estructura se reconocen sitios donde se indica en qué parte del cuerpo se origina el estímulo, qué tipo de sensación es y, donde se integra la percepción del dolor. En la unificación, el reconocimiento y la integración del mensaje sensorial, también participan estructuras del sistema límbico y de otras áreas corticales.
La oxitocina, un analgésico natural
Cuando se tiene un estímulo negativo que alerta al organismo también se activan mecanismos endógenos que modulan la sensación desagradable.
Así, el núcleo paraventricular del hipotálamo produce la hormona oxitocina, de efecto analgésico, que puede ser secretada en dos vías: una hacia la hipófisis y el sistema porta hipofisiario que se libera en sangre durante las contracciones uterinas del parto y la secreción láctea.
Otra, del hipotálamo a la médula espinal. "Ante una sensación desagradable, se activan las células del núcleo paraventricular, lo que inhibe la información que llega a la médula espinal y produce un efecto anestésico", indicó el académico.
De ahí que el grupo del doctor Condés haya establecido la posibilidad de suministrar la hormona o la activación de las estructuras hipotalámicas encargadas de secretarla para incrementar su cantidad y efecto.
Aún faltan retos por enfrentar, como lograr que esa sustancia atraviese la barrera hematoencefálica que protege al sistema nervioso central. Sin embargo, los universitarios no cejan en su esfuerzo para encontrar nuevas herramientas que les permitan un mayor alivio a los pacientes que sufren dolores crónicos.
Fuente: LaSalud.com.mx