Tenía pocos días de haber escrito mi anterior post sobre la Jornada Mundial del Enfermo. Un viernes por la noche, me di cuenta que por un mal calculo, ya no tenía lyrica. Me faltaba la dosis de ese momento, la de la mañana y noche del sábado y lo mismo del domingo, hasta que el lunes pudiera ir al médico por la prescripción necesaria para ir a la farmacia.
Me dí de zapes ante mi descuido pero lo tomé con calma, dos días y medio sin ella no iba a ser el fin. El sábado a medio día empecé a sentir los estragos que fueron empeorando con las horas. La noche del sábado y el domingo los pasé en cama, no por no poder levantarme, sino por tener un intenso malestar. Dolor en mi brazo y pierna derecha, mucha angustia y algo parecido a la desesperación.
Con lo físico vino lo peor. Una respuesta a una pregunta que no me había planteado hacía más de un año: ¿podría vivir libre de medicinas?. En mi cama me respondí. Un no muy doloroso me llegó a lo más profundo de mi alma. No era alguien libre. No lo había sido desde hace años y ahora lo recordaba.
De mi estaban lejos decenas de cosas que no se pueden hacer bajo este tratamiento. La falta de medicinas me ponía mal, pero más que los efectos por su ausencia brusca, estaba la razón por la que los tomo. Mi dolor me hace depender de ellas. No hay vida fuera del dolor y por tanto no hay vida fuera de medicinas. Mi dolor se hizo integral. Simplemente me pareció insoportable vivir.
A primera hora el lunes fuimos al doctor y después a la farmacia. Creo que me tomó dos días volver a mi normalidad tan particular. En lo físico, la cicatriz del otro dolor tardó más días en empezar a curarse. Por Diocidencias (concidencias que son obra de Dios, osea todas) en un blog que leo y ahora me lee, Armida Leticia, escribió un post titulado "Un blog...con dolor...."
Pedía a sus lectores visitarme y darme palabras de aliento. Llegaron muchos y más que palabras me dieron palmadas que ayudaron a levantarme. Todo lo que me dijeron está en los comentarios del post de la Jornada del Enfermo, pero pongo aquí algunos para que vean que era totalmente irresponsable de mi parte seguir hundida en la tristeza:
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Mucho ánimo pucca, para resistir y enfrentar el dolor. Se me antoja que ha de ser muy duro, pero también intuyo que tienes mucha fortaleza. Un abrazo.
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Hola Pucca, vengo a estar contigo, a acompañarte...
Quiero que sientas mi apoyo y la energía que te envío...
Un abrazo inmenso! -
Ánimo. Quiero darte las gracias por tu blog y por tu valentía... si el apoyo de los demás puede aliviarte en algo, aquí tienes un nuevo puntal. Rezaré por ti.
Gracias de veras por la valentía de hablarnos tan claramente. Seguiré pasando por aquí. -
Pucca, sé que el dolor compartido es más soportable que el dolor solitario, lo sé por experiencia, venga éste del alma o del cuerpo.
Leí por ahí, que los seres humanos somos como ángeles con una sola ala, sólo podemos volar cuando nos abrazamos.
Te acerca mi ala para comenzar a volar.
Un abrazo.
Alicia
- Este último me hizo llorar como niña y así saqué mucho el dolor y lo subjetivo de mi sentir en ese momento. Pero no quiero dejar a nadie fuera así que lean todos comentarios aquí. Cada visita, cada nuevo blogger que dejaba una palabra, cada caricia de mi esposo, cada letra de mis hermanas y mi madre me devolvió la Fe.
Gracias.
Te dejo un saludo y un abrazo, desde mi México, en contingencia epidemiológica por un virus de influenza.
ResponderBorrarHolaaaaaa! Qué alegría leerte y sobre todo leer que has aprendido a volar y valorar las cosas que puedes hacer!!!
ResponderBorrarComo dije antes estaré acompañándote desde la distancia, porque el espíritu no las mide...
Un abrazo enorme, apretado!!!
Muchas gracias Armida y Colo. Acompañémonos pues a la distancia. Que la contingencia acabe pronto.
ResponderBorrarPucca yo tambien te acompanio y te mando muchos muchos abrazos protectores de virus y otros llenos de buenos deseos para que continues en el camino. Pucca que has pensado sobre tu doc en salud publica? colega te necesitamos los que seguimos preocupandonos por la salud.
ResponderBorrarSe lo que es vivir con dolor permanente yo lo sufro desde hace 4 años, en mis manos para peor mi trabajo depende de mis manos y piernas, los médicos no saben que lo produce aún por lo que ya me harte de los médicos y las drogas por mis trabajo no puedo usarlas, cuando el año pasado bailando recibí un golpe en la pierna casi la pierdo ya que el sistema nervioso de la misma fallo y la pierna se empezó a poner negra, los calmantes derivados de la morfina me hacían dormir durante todo el día.
ResponderBorrarCon el paso de 3 meses logre lo imposible, recuperarme de algo que según los medico llevaría como dos años.
La pierna aun me duele y se me paraliza, algo que jamas dijo.
Ya el dolor es permanente, pero si uso drogas no puedo desarrollar mis actividades que me permiten vivir y se lo que son (en mi blog están), pero si se algo prefiero vivir luchado que negarme a disfrutar de la vida
Se que esto no te va a ayudar, pero si debes luchar y disfrutar de la vida, que es hermosa y de aquello que te gusta y te hace sentir quien eres, nunca te caigas
Hola Puca, no se nada aún de ti,pero me siento muy cerca tuyo.
ResponderBorrarEl dolor os hace compañeras de Camino, aunque yo también tenga por inseparables al Cansancio extremo y a una Mascarilla.
Seguiré entrando en tu blog para ir conociendote, un abrazo, Isabel
http://vivirconsensibilidad.blogspot.com