viernes, 21 de marzo de 2008

El trío terrible


Continuamente nos dicen del trío terrible y aunque el concepto es sencillo de comprender, romper con él es mucho más complicado. Primero, ¿Qué es?

Cuando el dolor llega a ser un problema tan grave que interfiere con el trabajo y las actividades normales, podemos entrar en un círculo vicioso. Cuando una persona comienza a preocuparse por el dolor puede, a su vez, deprimirse y volverse irritable. Esta depresión e irritabilidad suele provocar insomnio y agotamiento, situación que causa una mayor irritabilidad, depresión y dolor.

DOLOR DEPRESIÓN IRRITABILIDAD

¿Fácil no? ahora trata de romper el circulo vicioso. Se complica la cosa ahí. Hablamos de un dolor que al menos ha existido por 6 semana seguidas, hemos intentado muchas cosas para disminuirlo, pero nada lo elimina. Donde podemos hacer algo, es en la preocupación. Entender nuestro dolor, nos disminuye de manera importante el estrés. Así que ahí necesitamos hacer muchas preguntas a los doctores y pedirles documentos para leer.

Luego está la depresión. Aunque ésta se origina más por una condición biológica y propia del dolor crónico, hay alternativas para atendernos. Desde los recursos que podamos usar en casa, como mantenernos ocupados, buscar actividades que nos diviertan y convivir con seres queridos, hasta la terapia. En lo personal, creo que la terapia de tipo conductivo conductal es la idónea en estos casos, pues necesitamos efectos rápidos.

Así es como yo veo el trío terrible y la verdad ya que uno lo entiende y asimila, lo puede llegar a controlar un poco. Poco a poco me he vuelto menos estricta conmigo misma, me doy oportunidad de descansar cada que mi cuerpo lo pide, dejé de pelearme todos los días con el dolor. Casi siempre lo tomo de la mano y lo traigo de un lado para otro, pero así, de la mano, sin pleito.

Obviamente hay días que no son tan buenos y el trío se transforma en una prisión donde parecen existir no tres sino nueve paredes. Esos días es difícil planear acciones, entender círculos, ni nada. Por eso, en los días, como hoy, que son buenos, me dedico a reflexionar y a compartir.

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